Este es un producto restringido y puede ser activado y jugado SÓLO en Argentina.

Esta es una versión del juego para Xbox One/Xbox Series.

Supraland es un juego de puzles metroidvania en primera persona. Las principales fuentes de inspiración son Zelda, Metroid y Portal. Supraland asume que eres inteligente y te permite jugar de forma independiente. La historia es mínima, te da un objetivo global que perseguir y luego te deja libre.

- Metroidvania -
Exploras un gran mundo interconectado en el que la mayoría de los caminos son al principio infranqueables hasta que encuentras nuevas habilidades para superar esos obstáculos. Uno de los pilares del diseño de Supraland fue crear habilidades tan versátiles que no dejarán de sorprenderte por la cantidad de usos diferentes que tienen. Si combinas tus habilidades, las posibilidades son aún mayores.

- Exploración -
La mayor parte del juego consiste en explorar el mundo sandbox para rastrear secretos. A menudo pensarás que estás a punto de salirte de los límites y vencer al diseñador de niveles, pero justo ahí te espera un cofre con una mejora muy gratificante. Supraland respeta tu tiempo de vida y no abulta el tiempo de juego con coleccionables ilimitados sin sentido.

- Diseño de puzles -
Cuanto más te adentres en el juego, más te enfrentarás a puzles creativos que nunca antes habías visto en ningún sitio, lo que te animará a pararte a pensar qué habilidades tienes y cómo puedes usarlas de otra forma. Tipos de rompecabezas que ya conocía de otros juegos fueron rechazados inmediatamente en el proceso de diseño. Y para mí es importante que, una vez que entiendes la idea que hay detrás de un puzle, puedas resolverlo casi de inmediato en lugar de tener que pasar por una ejecución engorrosa y frustrante.

- Lucha -
La mecánica de lucha se inspira en los juegos de disparos rápidos de la vieja escuela, como Unreal, Doom y Quake, fomentando el ametrallamiento y los saltos a alta velocidad mientras lanzas un disparo tras otro a hordas de enemigos que cargan contra ti sin tener que preocuparte nunca de recargar las armas.